
En la Biblioteca Pública Piloto de Medellín reposa una pieza monumental de la historia fotográfica: la process camera, una cámara fotográfica industrial fabricada en Estocolmo hacia 1920. Con sus imponentes 1500 kilos, esta máquina revolucionó la impresión ilustrada al reproducir imágenes y documentos para la producción de planchas de impresión, marcando un hito en la industria editorial.
Esteban Duperly reflexiona sobre su legado, destacando su papel en la prensa de antaño y el contraste con la era digital. Aunque su origen en Medellín sigue siendo un misterio, esta cámara representa un testimonio tangible de un pasado de innovaciones técnicas y gráficas.